Este es un capítulo de La historia de los griegos (original: The Story of the Greeks, de Hélène Adeline Guerber), traducido y narrado por Francisco Javier Álvarez Comesaña para AcademiaLatin.com.
También en formato pódcast. ¡Apúntate a los demás pódcast de humanidades!
Hipias, el tirano exiliado de Atenas, se había tenido que marchar a Asia Menor, donde trató insatisfactoriamente de recuperar su poder.
Las ciudades griegas no estaban dispuestas a ayudarle, por lo que trató de conseguir otro aliado. El mayor gobernante de Asia Menor era Darío. Era un poderoso monarca: tan poderoso que los griegos, que habían construido ciudades a lo largo de toda la costa de Asia Menor, en la región llamada Jonia, se referían a él como «El gran rey».
Aprende latín y griego antiguo desde cero al mejor precio con esta oportunidad única. Aprovecha el combo latín & griego antiguo por 399 € para siempre.
Accede a las futuras ampliaciones con textos largos, actividades concretas, etc. Un solo pago, acceso para siempre, sin suscripciones recurrentes.
El reino de Darío era tan vasto que era prácticamente imposible que una persona lo gobernara sin ayuda. Por tanto, lo dividió en satrapías o provincias, cada una bajo el cuidado de un sátrapa o gobernante. Estos hombres recibían órdenes del rey, se encargaban de que fueran obedecidas en todo el territorio a su cargo y mantenían a Darío informado de todo lo que ocurría.
El gran rey por lo general vivía en Ecbatana, una ciudad rodeada de siete murallas, cada una pintada de colores brillantes diferentes. Dentro de la séptima y última muralla estaban el palacio y la casa del tesoro, que estaba repleta de oro y piedras preciosas.
Como había soldados armados en cada puerta de las siete murallas, solo podía entrar la gente a la que el rey estaba dispuesto a conceder audiencia.
Aunque vivía bastante apartado, Darío sabía perfectamente bien todo lo que ocurría en cada parte de su reino e incluso en los estados vecinos, pues sus sátrapas le enviaban mensajeros cada día para informar de todas las noticias, y tenía muchos espías cuya misión era decirle todo lo que descubrían.
Por tanto, fue uno de los primeros gobernantes orientales en oír la revuelta de los atenienses, y poco después averiguó que Hipias había ido a Asia y estaba tratando de convencer a las ciudades griegas de hacerle la guerra a Atenas.
Cuando Hipias llegó a Ecbatana en busca de ayuda, no pudo verse de inmediato con el rey, sino que fue obligado a enviar un mensaje por escrito en una tablilla de cera, que fue pasando de mano en mano y finalmente llegó a Darío, que, al reconocer el nombre de la persona que firmaba, dijo gentilmente que recibiría al tirano exiliado de Atenas.
Siguiente: Hipias visita a Darío →
Más sobre estos personajes y acontecimientos
En esta entrada aparecen los siguientes personajes y acontecimientos del mundo clásico. Tienes más contenidos sobre ellos: Darío el Grande, Hipias, guerras médicas, Hipias y Darío.