En la decimotercera clase del curso de gramática histórica del español estudiaremos el reajuste de las sibilantes, que supone esencialmente el último gran cambio en la historia del español. Para ello explicaremos las fases del reajuste distinguidor y del reajuste seseante intentando no solo memorizarlo, sino también comprenderlo.
El reajuste de las sibilantes
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Resumen del reajuste
Estos son los contenidos que hemos aprendido en los ⏳ 53 m 01 s ⌛ del vídeo de esta clase.
Fases del reajuste
Las sibilantes son consonantes fricativas o africadas en las zonas dental, alveolar y palatal. A grandes rasgos, tenemos tres grandes fases: la desafricación, el ensordecimiento y la refonologización a /θ ~ s/ y a /x/.
Lo vemos en este fragmento del vídeo completo de la clase:En la desafricación, las africadas /ts/ y /dz/ pierden la fase oclusiva, convirtiéndose en fricativas /s̪/ y /z̪/.
Las seis sibilantes se agrupaban en pares mínimos de sonoridad (un miembro sonoro, un miembro sordo). Mediante el ensordecimiento, tenemos la desfonologización de los miembros sonoros, que confluyen con sus respectivos sordos. Por tanto, tenemos una reducción a la mitad de los fonemas.
El último paso es el cambio articulatorio de sibilantes dentales y prepalatales. Siguiendo un razonamiento estructuralista, tendríamos sonidos demasiado cercanos en casos como caça, casa, caxa.
Reajuste seseante
En el antiguo reino de Sevilla, los sonidos dentales (procedentes de la desafricación de las africadas) se imponen frente a los apicoalveolares (por lo que tenemos solo dos pares). En la siguiente fase, ocurre el ensordecimiento, de lo que resultan solo dos sibilantes.
Dos evoluciones distintas del mismo fenómeno dan lugar tanto al seseo, más extendido, como al ceceo, mucho más restringido y estigmatizado.
El retraso de /ʃ/ es aún más acusado que en el reajuste norteño, pues se pasa a una /h/ (glotal) en lugar de a /x/ (velar). Hay una confluencia con la aspiración conservada procedente de F latina.
Algunos étimos mencionados
Durante las explicaciones hemos usado varios étimos, entre los que destacan los siguientes:
- DICERE > decir
- DESCERE > decir
- URSU > oso
- AUSO > oso
- FIXU > fijo
- FILIU > hijo
- FASCE > faz
Con esto terminamos toda la teoría de la parte de fonética y fonología históricas, con lo que ya solo nos queda practicar.
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Hola Javier… Hay regiones andaluzas donde la CH es una ¨¨»CH aflojada». Ese sonido lo encuentras encuentras también en el Cono Sur, especialmente en la zona andina. ¿Se podría considerar esta evolución como una forma de volver a llenar el espacio de la fricativa prepalatal sorda que evolucionó a /x/?
En Chile también encuentras [c,] frente a vocales palatales (gente, gitana)… ¿sería ese el paso intermedio de /S/ (sh) a /x/ o sería una evolución posterior? ¿Hay forma de saberlo a ciencia cierta?
Realmente son cuestiones más de dialectología que de gramática histórica, por lo que no te puedo dar más que mi opinión.
No creo que haya que considerar que la desafricación de /tʃ/ sea para rellenar el hueco de /ʃ/ al evolucionar a /x/. También en francés ocurrió lo mismo y en dialectos italianos respecto al estándar. Me imagino que es un proceso bastante frecuente.
Es de suponer que sí, que ese sonido [ç] intermedio entre la evolución de /ʃ/ a /x/ es el mismo que ese que comentas en Chile, pero, siendo la evolución en todos los contextos y la pronunciación chilena contextual (ante vocales palatales), yo diría que son dos fenómenos separados. No te sabría decir, pero no creo que haya posibilidad de saberlo a ciencia cierta, y si la hay sería cuestión más de dialectología, supongo.