En la sexta clase del curso de lingüística indoeuropea proseguimos con el consonantismo indoeuropeo y terminaremos con las oclusivas. Además, veremos el único fonema silbante.
Oclusivas de articulación compleja y procesos fonético-fonológicos de las oclusivas
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Además de los llamados thorn clusters, hemos visto muchos de los procesos fonético-fonológicos que afectan a las consonantes oclusivas indoeuropeas, ya en la propia protolengua, ya en las lenguas hijas:
- asimilación de sonoridad
- ley de Bartholomaeus, muy frecuente en antiguo indio
- resultados del encuentro entre oclusivas dentales
- palatalización
- ley de Grassmann, de gran relevancia en griego y antiguo indio
- regla boúkolos
Algunos enlaces que hemos mencionado a lo largo del vídeo:
- Grupos consonánticos en español
- Etimología de «hombre»
- Breve definición de «metátesis»: ejemplo con «murciégalo» > «murciélago»
Fonema silbante
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El protoindoeuropeo tenía un solo fonema silbante, en principio de realización sorda, aunque podía desarrollar ya en la protolengua un alófono sonoro [z], principalmente en contacto con oclusiva sonora. Suele conservarse bien en todas las lenguas, aunque en posición inicial e intervocálica puede espirantizar.
Algunos fenómenos fonético-fonológicos relativos a la silbante son:
- s móvil
- simplificación de -ss- (muy frecuente en latín)
- ley RUKI (o de Pedersen)
Un enlace que hemos mencionado:
En la próxima lección estudiaremos las consonantes sonantes del indoeuropeo.
Buenas tardes, Javier.
En el ejemplo de *(s)teg- y su evolución en alemán en Dach, has comentado que se debe a la ley de Grimm. Yo tenía entendido que la «t» según esta ley pasaría a una «þ», y la «g» a una «k», una «d» a una «t», etc. Pero no al revés como en este ejemplo. Me he visto repetidas veces el vídeo dónde lo explicas, pero ciertamente aún no logro entenderlo del todo. ¿Podrías aclararme esta duda?
Gracias de antemano.
Saludos,
Javier.-
Sí, efectivamente.
No hay solo ley de Grimm, sino que hay otros cambios posteriores. Lo tienes con más ejemplos en este punto.
En ese punto se explica el cambio de /θ/ a /d/, pero no de /t/ a /d/, que es lo que sucede en el ejemplo de *(s)teg a Dach. ¿Se ha producido un paso intermedio? ¿ De /t/ a /θ/ primero, y luego de /θ/ a /d/?
Perdona que insista pero me resulta esencial para el trabajo que estoy realizando.
Además, el paso de /θ/ a /d/ se explica por al ley de Verner, ¿no?
El cambio entre *t y /d/ se da en varios pasos.
Primero tenemos Grimm, por lo que *t > /θ/ (como *trei‑ > inglés three).
Luego tenemos ya la cuarta fase (tal como se llama en el artículo) de la segunda mutación consonántica, por lo que /θ/ > /d/.
En principio no habría que meter ley de Verner, primero porque no actúa en sílaba inicial (como es el caso) y segundo porque simplemente no es necesario meterla.
En cualquier caso, fíjate en que la cronología difiere mucho. Tienes Grimm-Verner sobre el siglo I a. C., mientras que la segunda mutación consonántica se da entre el IV y el X d. C., y concretamente el cambio /θ/ (> [ð]) > /d/ se da en IX-X (de ahí que Grimm-Verner sea bastante global, mientras que este último cambio no se dé en muchas lenguas germánicas).
Realmente esto es ya lingüística germánica más que indoeuropea.
Gracias por la aclaración, Javier.
Saludos.