Leer y no entender menosprecio es.
Cierto gallo honrado, modelo de filósofos caseros, encontró casualmente una hermosa perla o jaspe cuando escarbaba en un muladar.
—¡Buena cosa! —le dijo, mirándola con asombro—. ¿En el estiércol estás tirada de esta manera? Si algún codicioso te hubiera encontrado, ¡con qué gozo te habría recibido! De esa forma habrías vuelto a tu primer estado, mientras que yo te encuentro de valde en este lugar donde estás tirada, porque yo busco aquí algo que comer, no a ti, y ni yo me aprovecho de ti, ni tú de mí. Mientras que tantas damas darían sus mayores riquezas por poseerte, yo confieso que te cambiaría por un gusano de tu tamaño.
El gallo se echó la cuenta de que una alhaja en su poder era como un buen libro en manos de un tonto.
Moraleja
Esta fábula la cuenta Esopo contra aquellos que leen este libro y no lo entienden, pues no conocen la virtud del jaspe y así no pueden alimentarse de la miel de estas flores, y a ellos poco aprovecha leer, salvo solo para disfrutar las palabras materiales.
Información sobre esta fábula
La fábula de «El gallo y el jaspe» está atribuida a Esopo (pero recuerda que la autoría de muchas fábulas es dudosa, a menudo imposible de demostrar y frecuentemente un mismo tema ha sido elaborado por varios fabulistas de diversas épocas).
Protagonistas (animales, personajes u objetos recurrentes en las fábulas):
Temática(s):