Debe el hombre tomar compañía con sus iguales, no con los mayores.
Se juntaron un león, una vaca, una cabra y una mansa oveja para cazar en los montes y repartirse después fraternalmente las reses que apresaran.
Bien pronto, con la ayuda de todos, se cazó una cierva hermosísima, y el león, en cuanto la hubo dividida en cuatro partes iguales, habló a sus compañeros del siguiente modo:
—La primera de esas partes es para mí, porque soy un león; me daréis la segunda porque soy el más fuerte; la tercera será también mía porque valgo más que vosotros; y por lo que hace a la cuarta, que haga antes su testamento el que la toque.
Cuando se tiene la honradez de la vaca, la inocencia de la cabra y la mansedumbre de la oveja, no se debe formar sociedad con los leones.
Moraleja
Esta fábula advierte de que no ha de tomar el hombre compañía con alguien más poderoso que él, porque el trabajo es para los menores, y el provecho, para los mayores.
Información sobre esta fábula
La fábula de «El león, la vaca, la cabra y la oveja» está atribuida a Esopo (pero recuerda que la autoría de muchas fábulas es dudosa, a menudo imposible de demostrar y frecuentemente un mismo tema ha sido elaborado por varios fabulistas de diversas épocas).
Protagonistas (animales, personajes u objetos recurrentes en las fábulas):
Temática(s):