A continuación tienes uno de los personajes de los Hombres ilustres de Nepote, texto transcrito, modernizado, etc., por Francisco Javier Álvarez Comesaña para AcademiaLatin.com a partir de diversas fuentes.
El siguiente vídeo incluye una grabación de todas las Vidas (voz artificial); puedes usarlo a modo de audiolibro si te apetece. Inmediatamente después, un poco más abajo, tienes todo el texto.
Cabrias, general de las tropas atenienses, ganó una batalla naval a los lacedemonios cerca de la isla de Naxos. Adquirió mucha fama por la invención de varias estratagemas militares. Pereció el año tercero de la olimpiada 105 en el sitio que los atenienses pusieron a la isla de Quíos.
Capítulo I
Cabrias, célebre general, se distinguió particularmente por haber obligado a retirarse a Agesilao, haciendo que sus tropas aguardasen a las contrarias apoyado el escudo en la rodilla y tendida la pica para delante. Los atenienses le levantan una estatua en esta postura.
Cabrias fue natural de Atenas. Este también ha sido tenido por uno de los más grandes generales, e hizo cosas dignas de memoria; pero de estas es la más célebre su invención en la batalla que dio junto a Tebas, habiendo ido al socorro de los beocios, pues, en esta, confiando en la victoria el gran general Agesilao, habiendo puesto ya en fuga este las tropas a sueldo, no permitió que lo demás de la falange se separase del puesto, y les enseñó a recibir el ataque de los enemigos con el escudo apoyado en la rodilla y la pica extendida hacia delante.
Agesilao, al ver esta novedad, no se atrevió a pasar adelante, y, tocando a retirada, hizo volver a los suyos, que ya avanzaban. Esto (1) se celebró tanto en toda Grecia por la fama (2) que quiso Cabrias que se le levantase una estatua en aquella postura, la cual le pusieron los atenienses en la plaza, costeada por el público.
De aquí resultó el que después los atletas y demás artífices usasen, cuando se les erigían estatuas, de aquellas posturas en que habían conseguido la victoria.
Aprende latín y griego antiguo desde cero al mejor precio con esta oportunidad única. Aprovecha el combo latín & griego antiguo por 399 € para siempre.
Accede a las futuras ampliaciones con textos largos, actividades concretas, etc. Un solo pago, acceso para siempre, sin suscripciones recurrentes.
Capítulo II
Campañas de Cabrias en Europa y en Egipto: sujeta a Chipre. EN la guerra entre los persas y los egipcios auxilia a estos voluntariamente y tiene el mando de su armada.
Cabrias hizo muchas guerras en Europa siendo general de los atenienses (1), y muchas de su voluntad en Egipto, pues, habiendo ido a ayudar a Nectanebo, le aseguró el reino.
Lo mismo hizo en Chipre, pero nombrado por los atenienses por compañero de Evágoras por decreto del pueblo, y no se retiró de aquí (2) hasta haber sujetado con las armas toda la isla, de lo cual adquirieron gran gloria los atenienses.
Entretanto se encendió guerra entre los egipcios y los persas. Los atenienses tenían alianza con Artajerjes; los lacedemonios, con los egipcios, de los cuales Agesilao, rey de Lacedemonia, sacaba bastante interés.
Viendo esto Cabrias y no cediendo en nada a Agesilao, fue voluntariamente a ayudarlos (3), y mandó la escuadra egipcia, y Agesilao, las tropas de tierra.
Capítulo III
Mandan comparecer a Cabrias en Atenas, donde solo permaneció el tiempo preciso para responder a los cargos que se le hacían, pues ni él ni ninguno de los atenienses distinguidos gustaba de vivir entre sus conciudadanos para ser el blanco de los tiros de su envidia.
Entonces los generales del rey de Persia enviaron embajadores a Atenas, quejándose de que Cabrias le hacía guerra al rey en favor de los egipcios. Los atenienses señalaron a Cabrias cierto término dentro del cual, si no se volvía a su casa, le intimaban que le condenarían a muerte.
En fuerza de esta orden volvió a Atenas y no se detuvo allí más tiempo que el que fue necesario, porque no estaba gustoso a la vista de sus ciudadanos, por vivir con más esplendor y dar suelta a su genio con más libertad que lo que debiera, para poder librarse del odio del vulgo, pues es este un vicio común en las grandes y libres ciudades: ser la envidia compañera de la gloria, y el murmurar con gusto de aquellos que ven que sobresalen, no pudiendo los pobres mirar con buenos ojos la fortuna ajena de los poderosos.
Por este motivo Cabrias, en cuanto le era permitido (1), estaba ausente por lo común. Y no solo él estaba fuera de Atenas gustosamente, sino casi todos los demás sujetos principales hicieron lo mismo, persuadidos de que tanto estarían distantes de la envidia cuanto estuviesen lejos de la vista de los suyos.
Así Conón el más del tiempo vivió en Chipre; Ifícrates, en Tracia; Timoteo, en Lesbos; y Cares, en Sigeo. Cares fue desemejante a estos (2) en hechos y costumbres, pero, sin embargo, honrado y poderoso en Atenas.
Histori(et)as de griegos y romanos

Lo más probable es que ames el latín, el griego, el mundo clásico en general...
Si te gustan los griegos y romanos, el mundo antiguo y las historias, historietas y anécdotas… tengo histori(et)as de griegos y romanos para ti.
Cada día recibirás un correo con una histori(et)a de griegos al principio y más tarde de romanos. Las lees en menos de cinco minutos.
Capítulo IV
Hallándose de particular en la armada de los atenienses cuando sitiaban Quíos, hizo que el piloto de su nave se dirigiese al puerto. Como no la siguiesen las demás, se vio rodeado de las enemigas y, aunque podía salvarse a nado, prefirió morir peleando con gloria.
Mas murió Cabrias en la guerra social de este modo. Los atenienses atacaban Quíos: estaba Cabrias en la armada de particular, pero tenía más autoridad que todos los que estaban al mando, y le miraban los soldados más que a los que mandaban, lo cual le aceleró la muerte, pues, procurando entrar él el primero en el puerto, y mandándole al piloto dirigir allá la nave, él mismo se acarreó su ruina, porque, habiendo entrado en el puerto, no le siguieron las demás naves, por lo cual, rodeado de un gran número de enemigos, peleando con el mayor esfuerzo, fue herida su nave con el espolón (1) y empezó a sumergirse.
Pudiendo escaparse de aquí arrojándose al mar, pues estaba cerca la escuadra de los atenienses que le recogería nadando, quiso más perecer que, arrojadas las armas, abandonar la nave en que había sido llevado. Esto no lo quisieron hacer los demás, los cuales llegaron a lugar seguro (2) nadando; pero él, juzgando que es mejor una muerte honrosa que una vida sin honor, peleando de cerca, fue muerto con los tiros de los enemigos.
Notas
Capítulo I
(1) Esta invención.
(2) Extendida la noticia.
Capítulo II
(1) Mandando en jefe de orden de los atenienses.
(2) De esta isla.
(3) A ayudar a los egipcios.
Capítulo III
(1) Podía.
(2) Inferior a estos.
Capítulo IV
(1) De un golpe de espolón de la nave contraria.