A continuación tienes uno de los personajes de los Hombres ilustres de Nepote, texto transcrito, modernizado, etc., por Francisco Javier Álvarez Comesaña para AcademiaLatin.com a partir de diversas fuentes.
El siguiente vídeo incluye una grabación de todas las Vidas (voz artificial); puedes usarlo a modo de audiolibro si te apetece. Inmediatamente después, un poco más abajo, tienes todo el texto.
Timoteo, capitán ateniense, ganó a los espartanos una batalla junto a la ciudad de Corcira o Corfú. Por esta victoria se le erigió una estatua en la plaza pública. Por una acusación que le hicieron se retiró a la ciudad de Calcidia, y se presume que murió allí cerca de la olimpiada 107, cuando el imperio macedonio comenzaba a tomar vuelo en el reinado de Filipo, padre de Alejandro Magno.
Capítulo I
Prendas recomendables de Timoteo y victorias señaladas que consigue. En Samos recobra los gastos hechos por los atenienses en la guerra anterior; en otra, enriquece las cajas del erario común, y con el socorro dado a Ariobarzanes gana dos ciudades para su república.
Timoteo, hijo de Conón, fue natural de Atenas. Este aumentó con sus muchas virtudes la gloria que había heredado de su padre, pues fue elocuente, activo, laborioso, instruido en el arte militar, y no menos en el gobierno de la ciudad. Muchos son los hechos heroicos de este, pero los más ilustres son estos.
Sujetó con la guerra a los olintios y a los bizancios. Tomó Samos, en cuyo sitio habían gastado los atenienses en la guerra anterior mil doscientos talentos. Y él los restituyó (1) al pueblo sin ningún gasto público. Hizo guerra al rey Cotis, y metió en el erario público mil doscientos talentos del botín de él (2). Libertó del sitio a Cícico. Fue al socorro de Ariobarzanes, juntamente con Agesilao; y habiendo recibido el lacedemonio (3) de Ariobarzanes dinero contado (4), Timoteo quiso más que sus ciudadanos se enriqueciesen con tierras y ciudades que tomar cosa de que pudiese llevar parte a su casa. Y así tomó Critote y Sestos [son dos ciudades junto al Helesponto: la primera, en el Quersoneso Táurico; y la otra, frente a Abidos].
Aprende latín y griego antiguo desde cero al mejor precio con esta oportunidad única. Aprovecha el combo latín & griego antiguo por 399 € para siempre.
Accede a las futuras ampliaciones con textos largos, actividades concretas, etc. Un solo pago, acceso para siempre, sin suscripciones recurrentes.
Capítulo II
Sigue Timoteo triunfando sobre todos los enemigos de Atenas, y reduce a los lacedemonios a hacer las paces conviniéndose en dar el mando de su armada a los generales de aquella república. Se erigen altares a la paz y una estatua a Timoteo, que se puso junto a la de su padre.
Este mismo, siendo comandante de la escuadra, dando vuelta al Peloponeso, asoló Lacedemonia, y puso en fuga su escuadra. Redujo al poder de los atenienses Corcira, y agregó por aliados a los epirotas, atamanas, caonas y a todas aquellas naciones que habitan junto al mar.
Con esto los lacedemonios desistieron de su larga competencia y, de su voluntad, cedieron a los atenienses el señorío del mar, e hicieron la paz con estas condiciones: que los atenienses fuesen los generales del mar (1). Esta victoria fue de tanta alegría para los atenienses, que entonces por la primera vez se erigieron altares por decreto del pueblo a la paz, y se le puso lecho a esta diosa.
Y para que permaneciese la memoria de este hecho laudable (2), levantaron una estatua, por acuerdo del pueblo, a Timoteo, honor que solo a él se le hizo hasta aquel tiempo (3): que, habiéndole el pueblo levantado estatua al padre, se la concedió también al hijo. De este modo la nueva estatua, colocada junto, renovó la antigua memoria del padre.
Capítulo III
Desgracias de los atenienses siendo viejo Timoteo. Habiéndole imputado Cares que por su culpa no se había apoderado de Samos, sale condenado en juicio, después de lo cual se retira a Calcidia.
Siendo este (1) de edad avanzada, y habiendo dejado de ejercer magistrados (2), empezaron los atenienses a ser apretados de todas partes con guerra. Samos había faltado a la obediencia; el Helesponto se había rebelado; Filipo de Macedonia, ya entonces pujante, maquinaba (3) muchas cosas. Y, habiendo sido opuesto a este Cares (4), no parecía que había en él la suficiente defensa (5).
Se nombra general a Menesteo, hijo de Ifícrates y yerno de Timoteo. A este le dan (6) por consejeros dos sujetos aventajados en experiencia y ciencia, el padre y el suegro, por haber en estos tanta autoridad (7) que tenían gran esperanza de poder recobrar por su medio lo que habían perdido.
Habiendo partido estos para la isla de Samos, y dirigiéndose también al mismo lugar con sus tropas Cares, luego que tuvo noticia de la partida de ellos, porque no se viese que se había hecho alguna cosa, estando él ausente, sucedió que al acercarse a la isla se levantó un temporal muy fuerte, el cual juzgando útil los dos antiguos generales evitar, anclaron su escuadra.
Pero él (8), llevado de su temeridad, no cedió a la autoridad de los dos ancianos, y, como si fuese en su nave la fortuna, llegó adonde se había dirigido, y envió aviso a Timoteo y a Ifícrates para que le siguiesen al mismo lugar. De aquí, habiéndole salido mal la empresa, se volvió al mismo paraje de donde había partido, perdidas muchas naves, y escribió a Atenas al gobierno: que le había sido fácil tomar Samos, si no hubiera sido abandonado por Timoteo e Ifícrates.
Con este motivo los recrimina. El pueblo, de genio áspero, suspicaz, ligero, enemigo y envidioso del poder (9), les retira a la ciudad y son acusados de traición. En este juicio fue condenado Timoteo, y la causa se tasó en cien talentos. Él, obligado del odio de su ingrata ciudad, se retiró a Calcidia.
Histori(et)as de griegos y romanos

Lo más probable es que ames el latín, el griego, el mundo clásico en general...
Si te gustan los griegos y romanos, el mundo antiguo y las historias, historietas y anécdotas… tengo histori(et)as de griegos y romanos para ti.
Cada día recibirás un correo con una histori(et)a de griegos al principio y más tarde de romanos. Las lees en menos de cinco minutos.
Capítulo IV
Se perdonaron a su hijo Conón las nueve décimas partes de la multa que se le impuso. No obstante, el derecho de hospitalidad que Timoteo tenía con Jasón, y las raras distinciones que le debía, no dudó hacerle la guerra cuando su patria se la declaró. Este general cierra la lista de los que produjo Atenas dignos de memoria.
Después de su muerte (1), arrepintiéndose el pueblo de su juicio (2), quitó a la multa nueve partes y mandó que diese su hijo Conón diez talentos para reparar cierta parte de la muralla, en lo cual se vio la variedad de la fortuna, pues los muros que su abuelo Conón había restituido a la patria con la presa de los enemigos, esos mismos el nieto se vio obligado a repararlos de su propio caudal con gran afrenta de la familia.
Pudiendo presentar muchas pruebas de la moderada y sabia conducta de Timoteo, nos contentaremos con una sola, pues por esta fácilmente se podrá colegir cuán amado fue de los suyos.
Cuando, siendo joven, tuvo que hacer su defensa en Atenas, se juntaron a defenderle no solo sus amigos y huéspedes particulares, sino aun entre ellos el tirano Jasón, que fue el más poderoso de todos en aquellos tiempos. Este, que no se tenía por seguro en su patria sin guardias, fue a Atenas sin ninguna escolta, y apreció tanto a su huésped que quiso más exponerse al peligro de perder la vida que faltarle a Timoteo, cuya buena opinión peligraba. Con todo esto, después hizo guerra contra él Timoteo por orden del pueblo, juzgando más sagrados los derechos de la patria que los de la hospitalidad.
Esta fue la última edad de los generales atenienses Ifícrates, Cabrias y Timoteo; ni después de la muerte de estos hubo en aquella ciudad general alguno digno de memoria.
Notas
Capítulo I
(1) Y esta cantidad él la restituyó.
(2) Que de él había hecho.
(3) Agesilao.
(4) Efectivo.
Capítulo II
(1) Y los lacedemonios lo fuesen de tierra, como añade Diodoro Sículo.
(2) Y para perpetuar la memoria de esta acción gloriosa.
(3) Hasta entonces.
Capítulo III
(1) Timoteo.
(2) Y retirado del gobierno de la república.
(3) Proyectaba.
(4) Y habiendo los atenienses señalado, para contrarrestar a Filipo, a Cares.
(5) Conocieron que en él no había la fuerza suficiente.
(6) Le agregan.
(7) Haciendo el pueblo tan alto concepto de ellos.
(8) Menesteo.
(9) Y que no miraba con buenos ojos a los que sobresalían en poder.
Capítulo IV
(1) De la muerte de Timoteo.
(2) De la sentencia que había dado (contra Timoteo).